Llegué al trabajo un poco más ilusionado que otros días, que no es nada difícil últimamente…y les expliqué a los pocos colegas que aún quedan trabajando – creo el resto están atrapados en aeropuertos europeos – la cultura lotera que se vive hoy en un país llamado España.
Me animé a enseñarles en http://www.rtve.es/ los gigantescos bombos e hileras que contienen todos los números, los premios que se otorgaban y el cantito de los niños de la escuela de San Ildefonso. Les sorprendió el sistema por arcaico y el alto coste de los décimos (20€) y que las ventas no hayan bajado a pesar de la conocida crisis, pero conseguí convencerles que al menos hoy – por ayer – por algunas horas la gente olvidaría todos los problemas que día tras día ven por TV y que el Estado ingresaría un buen pellizco por la lotería.
Y así fue. El telenoticias de la noche en TVE dedicó 42 minutos a la emisión de gente feliz, llorando y abrazándose de emoción con un único tema en común: ser agraciados con alguno de los premios. Desde los que cobraban 300K € por décimo a los que solo tenían 5k€. Como siempre, muy repartido, gente currante (trabajadora), en paro o con la casa a punto de ser embargada por el banco por impagos. A medida que les entrevistaban, me dí cuenta que tenían 2 temas y no solo 1 en común: ¡la mayoría lloraba porque le iban a poder decir total o parcialmente adiós a la hipoteca! Aquellos que ya peinan canas – hipoteca ya pagada – solo querían repartirlo con los hijos para que cancelaran su hipoteca.
Pero, ¿dónde quedó el recibir un premio y darse un capricho tal como irse de viaje, comer algo rico, cambiarse el coche, comprarse una TV más grande o disfrutarlo con los amigos de manera continuada? ¿Dónde quedó la inversión en experiencias?
Entones pensé: si la lotería reparte felicidad – eso dice su publicidad – cuando en realidad otorga dinero, pero según los agraciados la felicidad se alcanza cuando al recibir el premio podemos cancelar la hipoteca…¿no podríamos alcanzar dicha felicidad si renunciamos a tener esa maldita hipoteca?
¿A caso no somos nosotros mismos los que ponemos trabas a la felicidad al creer que el ser propietarios de un inmueble a los 65,70 o 75 años es el único propósito por el que trabajar? ¿Cuándo comenzaron a lavarnos el cerebro sobre lo conveniente que es tener una casa en propiedad, aunque nos atemos 30 años financieramente?
Entonces preferí recordar a la medium de Alcorcón que invocó para que el 1er premio lo vendiera la administración que la contrató y…lo consiguió! Deslumbró al decir que ella no se llevó premio porque su objetivo era repartir felicidad.
Y también me quedé con un señor de cierta edad que cantaba y tocaba la harmónica en la puerta de una administración de lotería. Se acercó una reportera para preguntarle cuanto dinero le había tocado. El respondió tranquilo y sonriendo: “No me tocó nada señorita. Yo siempre intento llevar la felicidad”
¿No deberíamos intentar hacer todos lo mismo? ¿No deberían los sitios en los que estamos ser mejores cada día por el simple hecho que nosotros estamos ahí? Hoy en día se asocia la felicidad a tener dinero o incluso a algo peor: a no tener deudas. ¿Ninguna? A corto plazo, por intereses razonables y por causas nobles van bien. Si son a largo plazo, tendremos que esperar la llegada del 22 de diciembre todos los años para intentar recuperar la felicidad.
Eso si, todo lo dicho hasta ahora es válido mientras conservemos la salud como el tesoro más valioso que un ser humano tiene y recordemos que la felicidad se aproxima al amar y ser amado. ¡Felices Fiestas!
P.S: Si tienes hipoteca, no te preocupes. ¡El día 5 de enero participa en el Sorteo del Niño!
8 comentarios:
Por fin algo en común entre Guardiola y Gapadima!
Ambos compran Lotería de Navidad viviendo fuera de España :0
Gracias Sergio! Me encanto leerte y me encanto el mensaje (este teclado ha escondido los acentos!).
Muy felices fiestas.
Un abrazo,
Alejandra
Sergio
el articulo muy bien como siempre.
Pero me extraña el error de sintaxis en el título del artículo.
Ayer no esperaba fuera un día normal:
Te prpongo las siguientes alternativas:
Ayer no esperaba que fuera un día normal
Ayer no esperaba un día normal
ayer no esperaba que hubiese sido un día normal
Ayer no esperaba que fuera como otro día cualquiera.
Claro a no ser que quisieras decir que esperabas fuera de algún sitio. En ese caso, la composisicón correcta sería
Ayer esperaba un día normal mientras estaba fuera de mi casa (por ejemplo)
Usuario anónimo número 3:
Si una de sus aficiones en esta vida es corregir lo que otras personas escriben voluntariamente en un blog, le aconsejo que empiece poniendo puntos al final de cada frase.
Disfrute del contenido y deje de dar lecciones. Me aborrece la gente como usted.
Agradezco al anónimo número 3 y al número 4 sus comentarios totalmente acertados. !Me alegra ver que los lectores del blog ponen en empeño en expresarse bien y en la supervivencia del mismo!
Mil gracias a los/las dos por vuestra contribución.
"Me aborrece gente como Usted!!!!!"....
Sergio dime quien es este tío.Porque le voy a canear.
Anónimo: Es un comentario jocoso entre amigos sin ningún ánimo crítico....Mide tus palabras, eso de aborrecer está muy feo y fuera de contexto.
Pablo.
Pablete, si me permites llamarte de este modo cariñoso.
Tus palabras denotan juventud, por lo que no entraré en valorarlas. Simplemente aconsejarte como bien expone el texto; "Voy a ser feliz, porque es bueno para la salud".
Al menos en tu nuevo mensaje sí pusiste los puntos al final de cada oración. Me alegra ver que por medio de este blog todos podemos aprender. Ahora hay que prestar más atención a las tildes:
"Sergio dime QUIÉN es este tío".
Un abrazo Pablete, cuídate.
Entre estos comentarios y los que hiciste hace un tiempo del Madrid/Barça, voy a ir un día por Caleruega y te voy a cortar las orejas !!!!
Un abrazo para ti también.
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