Personalmente, no siento ninguna simpatía por un grupo como el de los controladores aéreos. Su ideología política estoy convencido que es opuesta a la mía, su sindicalismo me parece gremialista y su búsqueda de soluciones nunca ha cuestionado el orden social ni se enmarcará en un proyecto colectivo.
Blanco, Rubalcaba y representantes de los controladores.
Su huelga salvaje del 3 de diciembre me afectó personalmente (retrasó mis vacaciones 2 días) y
creo su origen estuvo en la incapacidad para llegar a un acuerdo entre dos grupos de poder - Estado y controladores - que pudiera haberse solucionado con imaginación y buena voluntad por ambas partes. Esa falta de disposición al acuerdo o inexplicable chulería, hace que me pregunte:
¿Es la necesidad de mostrar un Gobierno fuerte a los inversores extranjeros lo que provocó dicho Decreto? ¿No hizo Esperanza Aguirre algo parecido con los huelguistas del Metro de Madrid donde recientemente se ha condenado a prisión a sus principales hostigadores? ¿No tienen otros medios - tan eruditos y cualificados que se suponen son los controladores - para defender sus reivindicaciones sin perder las formas? Si acusan al Gobierno de legislar en contra de la Constitución, ¿no seria un caso fácil de ganar frente a la jurisdicción nacional o europea, sin tener que afectar a los ciudadanos y ponerles en su contra? Si no les importaban las formas, ¿consiguieron al menos el fin que buscaban? Todo este asunto, ¿es una bomba de humo para distraer la atención de las últimas medidas aprobadas y anunciadas por el Gobierno y evitar que se produzca una revolución o al menos un debate sosegado?
Se han subido los tributos que afectan a la mayoría de la población (IVA, IRPF, Impuestos sobre las “gasolinas” y el “tabaco”, tasas, etc.), y se le han bajado a los más ricos (Patrimonio, Sociedades, SOCIMI, SICAV, Operaciones Societarias).
Con la amenaza de no comprar la deuda pública existente, la élite empresarial compuesta por 37 empresas exige el desmantelamiento y el desprestigio de lo público al reunirse con el Gobierno el 27 de noviembre (congelación de las pensiones, aumento de la edad de jubilación, reducción del sueldo de los funcionarios, eliminación de la retroactividad en prestaciones por dependencia, supresión del cheque bebé, recorte de la inversión y de las ayudas públicas, abaratamiento del despido, etc.) con el objetivo de privatizar cualquier parte del pastel que les pueda ser rentable (planes de pensiones, sanidad, transportes e infraestructuras, educación, 30% Loterías y Apuestas del Estado, intermediación en las ofertas y demandas de empleo, etc.).
¿Son las más idóneas para los objetivos previstos de creación de empleo? ¿No parece más un nuevo retroceso del Estado del bienestar ante la presión de la oligarquía política-económica-bancaria que se esconde detrás de eso que llaman “los mercados”?
Nos repiten que España no es Irlanda, pero todo apunta a una pérdida de soberanía nacional a favor de un Estado obedeciendo a las instituciones de la UE y del FMI, actuando en nombre de los principales acreedores, siendo los capitales alemanes los primeros en la lista. Los partidos políticos del sistema se muestran incapaces de aportar propuestas alternativas a este fatal destino de empobrecimiento y vaciamiento de la democracia y se preparan para participar en este régimen de semiprotectorado y endurecimiento de las condiciones de vida de la población trabajadora.
Pero sin duda, lo más alarmante es la NO reacción de la sociedad cuando el propio Banco de España indica que el 40% de los parados vive en hogares donde nadie trabaja, cuando les quitan la ayuda de 426€ en febrero de 2011 a 700.000 parados- las mismas afectadas por el caos aéreo, cuando leemos que mintieron en los vuelos de la CIA, en el caso Couso, que González era la X del GAL, que gente del PP cobraba de la trama Gürtel, que hay políticos que cobran más de 230.000 euros al año, pero que nos cuestan más de 3 millones de euros, que la corrupción en la política no es excepción, sino norma, que ellos mismos se adjudican el derecho a cobrar la jubilación máxima con 7 años en las Cortes y a nosotros nos piden 40 de cotización, banqueros que consiguen del gobierno medidas duras contra los trabajadores y que tenían que estar en la cárcel por delitos demostrados de fraude fiscal, nos quitan dinero para dárselo a esa gente que cobra cientos de miles de euros año, especula con nuestro dinero, defrauda a Hacienda y… ¿seguimos callados?
Por todo los comentado las elecciones del 2012 cambiarán el Gobierno. Mariano Rajoy, es decir el PP, vencerá al fin por defecto y España seguirá pagando la deuda porque no se podrá hacer nada para cambiar el rumbo. Bueno, se me ocurre algo. Votemos a formaciones que no sean PSOE y PP esperando nuevas soluciones. Seamos consecuentes con nuestro voto y no se lo demos a los grupos principales del país que se han hartado de mentir y robar sabiéndose portadores de 10M de votantes incondicionales. Si no, aguantemos lo que nos merecemos.