"He de reconocer que desde la llegada de Jose Mourinho al Real Madrid mi madridismo se ha desvanecido casi por completo. No siento las victorias del equipo como mías, no celebro los goles y eso que Mou como entrenador me parece brillante. Tiene una visión transversal del fútbol y me gusta su forma de entenderlo como un todo. Sin embargo me repatea el hígado su pose ególatra.
Es tan arrogante que cree que la gente va al Santiago Bernabéu por él. Como en su día escribió Jorge Valdano: "es un carisma andante que no sabe muy bien lo que representa, pero la fuerza de su imagen es imprescindible para los medios de comunicación".
El propio Jose Mourinho no se considera madridista y realmente en el Real Madrid tiene un reto: su tercera Copa de Europa y no la décima del club. No obstante, ha teorizado bastante sobre el madridismo llamando madridistas disfrazados y filosofía barata a la silenciosa parte de la afición que no vio con buenos ojos su llegada y la marcha de Pellegrini. En lugar de acercarse a esa porción de hinchas, como en las tiranías, la ha arrinconado y a día de hoy sólo puedes pertenecer al Real Madrid si eres mourinhista cuando Mourinho ha demostrado ser de Mourinho y no del Real Madrid, una entidad que se la trae sin cuidado.
Detesto la versión legionaria de tantos madridistas fieles a Mourinho hasta la extenuación. Prefiero ser leal a mis principios. Como me dice mi madre soy un "madridista exiliado". La fidelidad tiene que ver directamente con una persona y me niego a apoyar al "triste que lo contamina todo, el chamán de feria" como bien definió Javier Marías. La fidelidad nunca hablará mal de Mourinho aunque haya pisoteado con sus formas toda la historia del club. Si el portugués ve un charco se tira, si no hay charco se mea para regocijarse en él y Florentino al lado de padre mimador.
La lealtad por el contrario tiene que ver con una causa, ser del Madrid. Y la tengo intacta.
La filosofía del Mourinhismo no es barata, Florentino lleva 200 millones de euros invertidos, los árbitros favorecen al equipo más que lo perjudican y Mourinho cuando pierda, volverá a culpar a la raqueta, a la red, al viento, al árbitro o al ojo del halcón. Pase lo que pase mañana sé que Rafa Nadal se dejará hasta la última gota de sudor por lealtad al público y responsabilidad.
No le valen las excusas y las dejará para el técnico especial y los fieles de su doctrina. El mallorquín me argumenta en cada partido a través de la entrega y la pasión el verdadero porqué para creer en el Madridismo y ser todavía del Real Madrid, el equipo del que he sido desde que nací y seguiré siendo a pesar de la omnipotencia del excusismo y las malas maneras del Mourinhismo."
1 comentarios:
Querido Sergei...casi lloro!!!
Lo que no entiendo es lo de tu apoyo en un 75%...yo creía que debería ser mayor, no?? (90-95%)....
Un saludo
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