"Sir" Arsene Wenger.

Ayer se cumplieron 16 años de la firma de Arsene Wenger con el Arsenal FC, convirtiéndole en el 2do entrenador más longevo en el cargo y aun en activo, después de los casi 26 años de Sir Alex Ferguson. Lleva 820 partidos disputados de los que 56% han sido victorias y 24% empates, es decir, un 80% de resultados positivos Vs un 83% de Ferguson. Les sigue Thoma Schaaf del Werder Bremen con 13,5 años en el cargo.

Las dos últimas jornadas enfrentaba al Manchester City – el club más deudor de Europa en las últimas 5 temporadas con -450m€ - y al Chelsea, que es 4to en esa misma clasificación con -231m€ después del Real Madrid y PSG (ambos con -296m€) Sacó un punto de 6 posibles tras superarles en fútbol y ocasiones y, otra vez se rumorea que necesita gastar más para poder jugarles en igualdad de condiciones. A ellos les digo, que solo el Manchester United es el único con el saldo de victorias a su favor.

El Chelsea y el Liverpool acumulan igual número de derrotas y victorias frente al Arsenal de cuentas saneadas de Wenger, que solo emplea recursos generados por el fútbol. Bienvendo sea el Fair Play Financiero y felicidades a Arsene Wenger por su carrera y las enseñanzas que nos deja semana tras semana.

A los resultadistas, decirles que ganó 4 ligas (Ligue 1 y 3 Premier Leagues), 1 Copa francesa, 4 FA Cups y 4 Community Shields, además de un lugar en la historia del fútbol bien jugado.

Docencia Wenger por Diego Latorre en Diario Olé (22/09/2012) 
El técnico del Arsenal sigue defendiendo con coherencia sus ideales. Hoy enfrenta al City, tal vez el contraste de su obra.

Hoy se enfrentan en la Premier League el Manchester City y el Arsenal, el campeón de la prepotencia financiera contra el equipo que tan bien ha sostenido una coherencia futbolística en varios años sin títulos. Estos contrastes no hacen más que ponderar la obra de Arsene Wenger.

Para entender completamente el presente del Arsenal es necesario repasar lo que era este mismo club antes de la llegada de su actual entrenador. Había una canción que decía ”aburrido, aburrido, Arsenal”. Evidentemente, era un equipo que no cautivaba. Pero en cierto momento en Inglaterra, país fiel a las tradiciones, se empezó a entender al fútbol como un gran espectáculo y un enorme negocio. Un juego violento y gris conspiraba contra esos nuevos principios. Había que gestionar una transformación radical. Wenger fue uno de los impulsores del cambio... O mejor, fue el pionero.

La permanencia de un entrenador en un club habla del grado de credibilidad que genera y de su capacidad. Wenger no sólo ha hecho ocasionalmente ganar a sus equipos, sino que los ha pintado a imagen y semejanza de su modo de ver el fútbol.

Construyó formaciones memorables como la de la invicta Premier del 2003/04 con Henry, Pires y Bergkamp, así como también supo encaminar su proyecto con nombres más modestos. Le han desmantelado planteles, le han llevado el corazón de su juego (Fábregas, Nasri, Van Persie), y sin embargo nunca perdió la búsqueda ni el estilo. Cuando todos veían una catástrofe, Wenger vislumbraba una posibilidad. Cuando todos creían que su ciclo estaba terminado, él volvía a instalar al Arsenal entre los mejores de Inglaterra, como ocurre en la actual temporada.

Hay técnicos que sólo se limitan a entrenar. Hay muy pocos vocacionales, que llevan en las entrañas el don de la enseñanza. En este último grupo está el maestro Wenger. Observar en retrospectiva cómo ha modificado la trayectoria de varios de sus jugadores es entender acaso uno de sus mayores logros. Compra buenos futbolistas y los vende como excelentes. Los balances muestran una diferencia notable entre el gasto de incorporaciones y de transferencias. Es cierto que el Arsenal tiene una red de buscadores de talentos en el mundo y a veces no repara en ir a las Inferiores de otros clubes, pero siempre suma jugadores para un determinado modelo. No hay caprichos, ni deudas, ni favores. Primero aparece instalada una idea, y a partir de esa idea llegan los futbolistas.

Lamentablemente, el fútbol viene poniendo a todos los equipos en una supuesta situación de igualdad. Los recursos del Arsenal no son los del City o del Chelsea. Estos últimos usan un dinero que no genera el fútbol. Wenger justamente está luchando para que la UEFA empiece a condenar el doping financiero. Muchos valoran el éxito por el éxito mismo, sin pensar en el contenido. Nos hemos acostumbrado a dividir el mundo entre ganadores y perdedores, ignorando si el que ganó es corrupto o si el que perdió es honesto. Capitales fraudulentos invadieron Europa y han construido equipos en base a dinero artificial.

Así, el Arsenal compite claramente en inferioridad de condiciones... Es más, las ganancias de su fútbol le sirvieron para levantar un nuevo estadio. Y todo esto se hizo en una etapa en la que se clasificó 15 veces seguidas a la Champions. Nada hubiese sido igual sin Wenger, un intelectual de vuelo alto. Sus jugadores lo admiran. Los hinchas lo adoran. Jamás ha roto un contrato por dinero o malos resultados. Nunca derrumba lo que hizo antes. Esa confianza en su trabajo es indestructible, es la que le permitió competir con las convicciones firmes. Resulta una pena que sea una excepción en este universo. Sin embargo, es así: el creador siempre está solo...

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