Mil Zanettis...

A Javier Adelmar Zanetti (Buenos Aires, 1973) “el Pupi” - apodo heredado de su hermano Sergio o “Il Capitano” como le conocen los interistas- la sonrisa no se le borra de la cara. Ese buen humor es a prueba de contratiempos. A los 13 años ayudaba a su padre Rodolfo a picar paredes. Después, repartió leche y también estuvo al frente de la verdulería de su primo.

Creció entre las dificultades económicas de Dock Sud, pero desde hace 16 años vive en Moltrasio, junto al lago de Como, en la Lombardía italiana a 5km de Suiza. Soñó con ser abogado aunque finalmente el destino quiso que fuera futbolista, aunque en la Novena división de Independiente le dijeran a su madre que no le llevara más porque no le veían ningún futuro en el mundo del fútbol. Justo Independiente, club del que es hincha.

Heredó la cinta de capitán del zaguero neroazzurro Bergomi y también las ganas de ser solidario. Ambos han financiado la construcción de casas para madres solteras y abuelos en Italia y en 2033 abrió la Fundación Pupi – por un piberío integrado.

El miércoles 11 de mayo jugó el partido número 1,000 de su carrera (750 partidos en Italia, 66 en Banfield, 34 en Talleres (RE) y 150 en la selección argentina) y accedió a jugar la final de la Copa Italia con su querido Inter -en el que milita desde hace 16 años,  lo que representaría su decimoséptimo título. Hay pocos jugadores tan fieles a un equipo – además de llevar 12 años como capitán. En Europa solo le superan Ryan Giggs en el Manchester United con 20 años, Totti en la Roma con 18 años, además de Del Piero y Scholes con 17 años en la Juventus y Manchester United, respectivamente.


Sus momentos inolvidables son el triunfo por 2 a 1 con Banfield ante Boca, en la Bombonera, en 1994, eliminar con la selección a Inglaterra en el Mundial 98 y la final de la Liga de Campeones 2010, en el Bernabéu, cuando le ganamos 2-0 a Bayern Munich. Siempre generoso, no elige ninguno de sus 31 goles marcados y comenta asi sus primeras apariciones:

TALLERES (RE): "El primer partido oficial de mi vida. Fue el sábado 22 de agosto de 1992, por la 3era fecha del Nacional B. En Escalada, le ganamos 2 a 1 a Instituto y yo entré a los 35 min del ST por Miguel Ángel Fretes.

BANFIELD: "La primera vez en Banfield fue el 12 de septiembre de 1993, en la cancha de River, y empatamos 0-0. Los DT eran López y Cavallero, que me dieron la N° 4. La noche anterior casi no dormí”

INTER: "En Inter debuté el 27 de agosto de 1995, por la 1era fecha, ante Vicenza, de locales. Les ganamos 1 a 0, con gol de Roberto Carlos. Desde ese día, jugué con la 4 y mi primer DT fue Ottavio Bianchi, que había sido el DT del Napoli de Maradona. Mis compañeros eran Paul Ince, Bergomi, Pagliuca. Con Roberto Carlos pasábamos los dos en todos los ataques y esa tarde fue la primera vez que los tifosi me corearon"

SELECCIÓN: "Debuté en la selección el 11 de noviembre de 1994. En Santiago, le ganamos 3-0 a Chile, con goles de Rambert, Espina y Marcelo Escudero. Llevé la N° 4 y la última indicación de Passarella después de hacer la entrada en calor con el profe Pizzarotti, bajo las tribunas del estadio Nacional, fue: "Jugá como en Banfield". Daniel quería disciplina y corrección, por eso jamás olvidaré la elegancia con la que viajamos: traje crema, camisa celeste, corbata azul con un ancla y zapatos color guinda. Inolvidable, je"

Cuando decida cerrar su carrera como futbolista no se le cruzara por la cabeza ser entrenador de mayores, ni representante de futbolistas, ni periodista. Mantendrá la costumbre de colaborar, incluso económicamente, con Talleres de Remedios de Escalada, el primer lugar donde se creyó en él. O quizá se convierta en manager de su querido Internazionale, club del que ya es parte grande de su vida centenaria. En las entrañas del Giussepe Meazza, Javier tiene su estatua desde el 2003 junto con otras glorias como Bergomi, Fachetti, Mathaeus, Rummenigge o Mazzola.

Dicen que esa estatua, algunas noches cuando se apagan las luces,

se pone a bailar

Fuente: Cristian Grosso (Historias de Futbolistas), Tranfermarkt, Canchallena.